EMOCIONES NAVIDEÑAS

NEUROBIOLOGÍA II
octubre 30, 2023
ABUSO SEXUAL INFANTIL
febrero 23, 2024
Show all

EMOCIONES NAVIDEÑAS

Artículo.- EMOCIONES NAVIDEÑAS

Revista : CELEBRA

Revista mensual del periódico Victoria de Durango

Edición: diciembre de 2023

Dra. Ma. Luisa Rivera García
Facebook: Dra. Ma. Luisa Rivera
Correo electrónico: marialuisarg0505@gmail.com

La Navidad nos llena de emociones, a algunos, los menos, nos trae vacíos, dolores, resentimientos o simples malestares. A la mayoría, en cambio, nos alegra, nos trae sentimientos generosos, ánimos de compartir, gozo y amor.

Y qué mejor, que está época amorosa, para retomar el texto sobre “los órdenes del amor” del Dr. Bert Hellinger.

Desde su experiencia, conocimiento y gran sabiduría, Hellinger afirma que para que el amor fluya con buenos efectos, es necesario cuidar un cierto orden. Dice que siempre hay amor, pero el problema radica en que, si no se atienden ciertos aspectos, este no fluirá o no lo hará de manera adecuada.

El primer orden es la Pertenencia, reconocer que todos los miembros de un sistema familiar son miembros de ese linaje. Obvio, pero no tan obvio, ya que esto implica incluir a vivos, muertos y olvidados: al tío que se fue al otro lado y no volvimos a saber de él; al primo “maloso”; al bebé que se fue antes de nacer; al abuelo que mató (o fue muerto) en una riña de cantina y tuvo que huir al monte; al padre que nos dio la vida y nada más; a la madre que nos dejó por seguir a un amante; al hermano que desprecia a la familia y no quiere saber de nadie; al nieto que “tranzó” a todos y se quedó con la herencia del abuelo; a la prima “loca” o con alguna tara, etc., etc.

O sea, a todos, en especial a los excluidos, los perpetradores, los asesinos, los que “traicionan” al linaje… todos, es decir, todos los que conforman el sistema familiar por lazos consanguíneos, incluso los “medios” hermanos, o quienes sin esos lazos se vincularon al sistema familiar por haber quedado en el corazón de alguno de sus miembros. Por ejemplo, el novio que la bisabuela amó profundamente y con quien no pudo casarse, o el primer esposo de mi madre (o padre), o el socio con el que se enriqueció mi abuelo y el resto de la familia, o cualquier persona que hubiera impactado al sistema, aunque no exista un lazo consanguíneo con ella. Incluso, y especialmente, el asesino de alguno de sus miembros o un gran benefactor. Todos son parte, excluirlos solo deja un hueco que alguno de los descendientes podría querer llenar. La exclusión crea “bordos” que no permiten la fluidez del amor.

El segundo orden que permite al amor fluir es la Jerarquía, hay un orden jerárquico a respetar dentro de un linaje: los primeros en arribar tienen ascendencia sobre los segundos ya que a través de ellos les llega la vida, la pertenencia y la profusión de ese linaje. Esto es, los padres son los primeros, los grandes, los hijos son segundos, los pequeños. De los padres recibimos la vida y toda la historia y devenir del linaje ancestral. Cortar con ellos o con alguno de ellos interrumpe nuestra conexión con todos los ancestros de un lado o del otro o de ambos. Por tanto, a los padres se les toma como lo que son: los seres que me dieron la vida con todas sus implicaciones, lo bueno y lo “no tan bueno”. Lo bueno lo tomo sin complicación, lo “no tan bueno” habrá que procesarlo hasta convertirlo en algo bueno para cada uno. Es en ese proceso donde el alma evoluciona, quedarse en el anhelo, en el resentimiento, en el rechazo, no solo no permite el crecimiento, sino que rompe o al menos fractura la posibilidad de dar o recibir amor.

Entre los hermanos el orden jerárquico se establece de mayor a menor, quien llega primero tiene ascendencia sobre el segundo, y el segundo sobre el tercero y así sucesivamente. Y en ese mismo orden irían los “medios” hermanos por controversial que suene.

En el caso de las adopciones, los padres biológicos van antes que los de acogida. Los segundos honran y agradecen a los primeros por ser quienes los engendraron.

En torno a la pareja, son parejos; cada uno ocupa su lugar, un lugar prominente en el sistema familiar, y ambos comparten el nivel jerárquico. Cuando hay parejas anteriores, estas son primeras y se reconoce su lugar, ya que al partir (por el motivo que sea), abrieron el espacio para que la segunda (3ra o 4ta) pueda llegar.

En general, en cuanto a jerarquía, los primeros en llegar tienen ascendencia sobre los descendientes o segundos en llegar. Paradójicamente, reconocer el lugar de cada uno permite el flujo del amor.

El tercer orden tiene que ver con el equilibrio entre el dar y tomar. Esto implica establecer un buen equilibrio entre lo que doy y tomo del sistema familiar, lo cual lo fortalece y nos integra. Quien solo toma no crece, se debilita; y quien solo da no reconoce su valía, por lo tanto, lo que da lo hace desde la escasez.

En general, retribuimos desde la imitación: primero tomo y luego doy, y ese equilibrio fortalece los vínculos. En una compensación positiva, doy un poco más de lo que recibo, y esto genera armonía. En una compensación neutra, regreso exactamente lo que recibo, ahí hay un estancamiento. Finalmente, en una compensación negativa, no hay retribución, y ese adeudo debilita el vínculo y el sistema.

En la relación entre padres e hijos, los hijos retribuyen a los padres desde su acontecer, no hay equilibrio posible. Es una relación en la que los padres dan, y los hijos retribuyen al universo. Los hermanos mayores toman de los padres y dan a los hermanos menores, y estos a sus descendientes o a la vida.

En resumen, fluir en el amor es dejar que el corazón nos lleve desde nuestro centro, libres de resentimientos, egos, soberbias, intereses económicos, lealtades invisibles o ataduras ancestrales… fácil no es, posible y deseable desde luego. Tal vez podríamos montarnos en la ola amorosa de la Navidad y trascender nuestras marañas para llenarnos de ese expansivo sentimiento amoroso que tanta falta hace al mundo.

Comparte con tus amigos...

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *