Artículo.- Fluir en el amor
Revista : CELEBRA
Edición: #12/2018
Revista mensual del periódico Victoria de Durango
Dra. Ma. Luisa Rivera García
En este mes del amor y amistad hablaremos un poco (el tema es amplio y complejo) del amor en pareja y de algunos aspectos que debemos cuidar para lograr fluir en ese amor. Pocas cosas son tan dolorosas como sentir ese amor y no lograr que llegue al amado.
Empecemos con lo primero Orden y Jerarquía. Esto viene de las Constelaciones del Dr. Bert Hellinger, quien señala que para que el amor fluya hay un orden: El hombre va a la derecha de la mujer o la mujer va a su izquierda. No puedo ampliarlo ahora, pero ¡pruébenlo! Cuando tengan algún tema importante o algún desacuerdo siéntense de lado (nunca de frente porque ahí habrá confrontación) y en orden, todo fluirá de mejor manera. En cuanto a la Jerarquía, dice Hellinger “el hombre hace lo importante…” y en seguida agrega “Y la mujer lo fundamental” entonces nadie es arriba, somos pareja, jerárquicamente parejos. Solo cumplimos funciones diferentes entorno a la relación.
Otro aspecto importante para que lo amoroso fluya tiene que ver con el equilibrio entre el dar y tomar. Esto es, en una pareja en donde uno de los dos da y da y da, la relación se compromete. Y paradójicamente no porque el que da se canse, generalmente es el que recibe el que se cansa y lo amoroso deja de fluir. Sentir constantemente que no se está en condiciones de retribuir, resulta agobiante.
Otro tema importante es el de la familia política, no hay nada más falso que eso de “me caso con él (ella) no con su familia”. Nos casamos con ¡todos! No solo con sus padres y hermanos, sino hasta con sus ancestros. Y plantearse lo contrario es mentirse, puede ser que nuestro amado no tenga una relación cercana con su familia de origen y aun así traerá sus cargas ancestrales a la relación. No nos queda más que honrarlos como lo que son, el lugar de origen del ser amado.
Siguiendo con esto de fluir en el amor, hay una “pequeña” diferencia entre tener pareja y tomar a tu pareja con el corazón. En general le damos peso a tener pareja, tomarla con el corazón es, eso, tomarla con todo, lo bueno y lo no tan bueno; en toda su dimensión humana, con todo lo que es, la tomo y la abrazo, la pongo en mi corazón. Tener va más en el sentido de posesión.
Ahora, sobre la intimidad, es complejo como todo, solo diremos que es importante y definitorio. Los ritmos, los tiempos, las intensidades pueden variar pero una relación en donde no está presente, en donde no hay intimidad, no es relación de pareja propiamente dicha. Seremos “rumis” mejores amigos, compañeros, pero una relación amorosa de pareja, incluye intimidad. Y no solo la incluye, la necesita, es el bálsamo que permite que las dificultades sean más tolerables y reconciliables.
El otro tema importante a cuidar en la pareja es el económico. Hasta no hace mucho, el paradigma ponía al hombre como proveedor principal, sin embargo en la actualidad este modelo ha sido rebasado, cada vez es más el aporte femenino a la economía de la pareja. En ocasiones esto implica dificultades pues la impronta inconsciente no corresponde a lo que vivimos en lo cotidiano. A veces son ellos los que no saben cómo responder a esta situación, a veces somos nosotras las que no afrontamos de buena manera ser proveedora importante en la pareja. Debemos conversar sobre el tema, entender y aclarar tanto lo que estamos dispuestos a dar como lo que esperamos. Estamos construyendo nuevos paradigmas, no hay nada correcto o incorrecto, busquemos lo que nos venga bien como pareja.
Tal vez suene como demasiado y sí, desde la razón, pero ahí está la fuerza de lo amoroso, que nos hará fácil la tarea. El amor debe ser fácil y grato. Fluir en el amor es posible, nos lo merecemos.