Artículo.- DE LA AUTOESTIMA AL AMOR PROPIO
Revista : CELEBRA
Edición: AÑO 4/EDICIÓN 11/Noviembre 2018
Revista mensual del periódico Victoria de Durango
Dra. Ma. Luisa Rivera García
La psicología anglosajona acuñó e hizo crecer el termino (self-esteem) autoestima, hasta volverlo absolutamente popular.
Todos conocemos el término: desde la maestra de la escuela que puede referirse al alumno “tiene problemas de autoestima”…; la madre “hay que fortalecer la autoestima del niño”…; me ha tocado incluso oír a niños “es un llorón, no tiene autoestima”… y si nos vamos al google la define como: “aprecio o consideración que uno tiene de sí mismo… Es la percepción evaluativa de nosotros mismos”.
En este sentido y en términos generales, podemos decir que la forma coloquial en que se usa el término es adecuada, en cuanto de lo que se está hablando, es del aprecio que se puede sentir hacia uno mismo y ahí, justo ahí está la limitante.
Si seguimos revisando, aún en términos muy empíricos podremos reconocer lo cerrado del término; revise cada uno ¿Quiénes son las personas estimadas por usted? ¿A quién aprecia y tiene en un buen concepto evaluativo?
¿El hombre o la mujer enamorados estiman a su pareja? ¡Nop! ¡La aman! Y puede ser un amor arrebatado, o puede ser un amor profundo, o puede ser de mil maneras, pero al amado se le ama no se le estima.
La madre al hijo lo ama, y lo ama entrañablemente, lo ama con todo lo que es, no hay ninguna consideración evaluativa, ya sabemos la anécdota de la mamá cuervo.
No, no lo estima, lo AMA.
Y si nos vamos al google otra vez, ahí se define al amor propio como: la aceptación, el respeto, las percepciones, el valor, los pensamientos y consideraciones que tenemos hacia nosotros mismos… El amor propio depende de nuestra voluntad para querernos… no de quienes están a nuestro alrededor ni de las situaciones o contextos en los cuales nos desenvolvemos.
En fin, de lo que se trata es de aprender a amarnos!, a amarnos profundamente, con entrega, con respeto, con todo. Con objetividad, sin juicio, con lo que somos y con el impulso a ser mejores.
Como diría el filósofo Fernando Savater: “Querer seguir siendo yo, querer más, querer ser de forma segura, más plena, más rica en posibilidades, más armónica y completa: ser contra la debilidad, la discordia paralizante, la impotencia y la muerte…”
Savater propone incluso que no hay más ética que la “Ética como amor propio” y escribe un subversivo libro que lleva ese nombre.
Y cuando piensas en los que amas y los que estimas, te das cuenta que a ti mismo debes amarte.
Vas a estar contigo en “las buenas y en las malas y hasta la muerte”.
Y muchas veces tendremos que aprender a amarnos, a veces no nos han enseñado o no hemos podido tomar el amor que nos brindan.
Y sí, tiene que ver con lo vivido de niños, con nuestra carga ancestral, con nuestro propio ser y muchos factores más. Pero lograrlo como adultos, aprender o desarrollar la posibilidad de amarnos, está en nuestras manos y de nadie más.