La importancia de nuestra historia familiar

SENTIDO
febrero 19, 2024
LA MADRE PERFECTA
mayo 8, 2024
Show all

La importancia de nuestra historia familiar

Artículo.- LA IMPORTANCIA DE NUESTRA HISTORIA FAMILIAR

Revista : CELEBRA

Revista mensual del periódico Victoria de Durango

Edición: marzo de 2024

Dra. Ma. Luisa Rivera García


https://www.facebook.com/dramaluisa/
Correo electrónico: marialuisarg0505@gmail.com

En momentos difíciles o en momentos de éxito podemos sentirnos solos, muy solos. Cuando duele sentimos que nadie ha podido sentir tanto dolor como el nuestro, cuando logramos algo muy deseado y al fin tienes ese éxito anhelado, también tendemos a sentirnos solos de una manera diferente, creemos que es mi logro y de nadie más.

Y desde luego hay algo de sentido en esta posición frente a las circunstancias vividas. Sí somos únicos e irrepetibles y por tanto el dolor o éxito que experimentamos tiene que ver con una manera absolutamente personal de sentir o responder a los acontecimientos de nuestro devenir.

Sin embargo no todo es personal o mejor dicho lo personal abarca, se construye desde múltiples factores. Cuando decimos “yo” nuestro yo contiene otros yos. Se fue formando de lo que hemos ido tomando de “otros”, desde luego en primer término de los padres, presentes o ausentes, buenos o no tan buenos y en particular de la madre, como ser fundante. Todas las madres influyen notablemente en cada uno de sus hijos, aunque no influyen igual, lo podemos observar en los hermanos que compartiendo como madre a la misma mujer y su influencia, no toman lo mismo, ni lo digieren igual.

Por tanto saber de mí, de mi manera de sentir, de mi manera de responder, pasa por saber de dónde vengo: ¿Quiénes fueron mis ancestros? ¿Cómo se desenvolvieron? ¿Cómo afrontaron los avatares de su vida? ¿Cuáles fueron sus logros, sus anhelos? ¿Dónde crecieron? ¿Cuál fue su circunstancia histórica y social?

Entre más sepamos mejor, pero sobre todo entre más conozcamos de los que más influencia pudiéramos tener o atraer, porque a veces podemos rastrear características propias en familiares que no llegué a conocer, ni a convivir.

Particularmente de los familiares excluidos por el sistema familiar solemos atraer características personales. Es una paradoja, eso que se excluye regresa a través de los más jóvenes del sistema.

Cuando lo revisemos lo podremos reconocer como “carga ancestral” o “lealtad invisible”.

Carga ancestral cuando viene de más atrás, de los abuelos, bisabuelos, tatarabuelos, etc. hasta siete generaciones atrás. Por ejemplo en un caso particular que conocí, una  mujer buscaba el motivo por el cual no lograban prosperar sus negocios, negocio que iniciaba, negocio que iba a la quiebra, mas allá de estudios de mercado y finanzas sanas de inicio. Al buscar se encontró que el dinero familiar venía del bisabuelo que había creado una fortuna de mala manera, apropiándose propiedades y bienes que no le pertenecían. Lo que descubrió es que ella cargaba con esa culpa de la que no era consiente pero que la llevaba al fracaso.

En cuanto a las lealtades invisibles esas tienen que ver con la manera inconsciente (por eso les llamamos invisibles) de acercarme, de pertenecer. Eso que rechazo en mi familia, en mis padres, en mi madre y que repito a pesar de rechazarlo. Por ejemplo el hijo del padre adicto que padeció su adicción y sin embargo es adicto a lo mismo que el padre o a algo diferente pero vivido de igual manera o la hija que no logra hacer pareja estable, sin darse cuenta por obvio que sea para el resto, que es la cuarta generación de mujeres sin pareja.

Cuando empezamos a “atorarnos” a “tropezar con la misma piedra” que no nos deja avanzar hacia donde nos lo proponemos; cuando enfrentamos la vida de una manera que no nos produce bienestar y no entendemos como pasa esto; o solo para saber más de nosotros mismos, de nuestra manera de responder a la vida, hay que buscar más atrás, conocer nuestra historia familiar y asentir a ella sin juicios o rechazo, sin críticas o descalificaciones, simplemente asentir. De ahí vengo, de allá viene mi “yo” y está bien así como fue es como es y está bien.

Conocer nuestra historia familiar nos da la posibilidad de tomar de ellos y en su honor trascenderlos, que lo vivido por ellos no sea en vano. Conocer su dolor, su circunstancia, incluso sus fechorías nos dará integridad, fuerza interna, de ahí venimos. Tomar lo bueno y lo no tan bueno para honrarlos trascendiéndolos. Hacer algo bueno para mi vida y para la vida, con lo que recibo de ellos, mis ancestros.

Comparte con tus amigos...

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *